I parte.
Y me pregunto en que momento lo sentiste
y cuanto dejaste pasar hasta tomar una decisión,
con esa desesperada falta de amor que te caracteriza.
Y me pregunto si tus consejos de amiga eran para cuidarme
o eran alaridos de tu hambruna.
Y me pregunto como te justificabas tus ausencias en mi dolor,
tus tiempos divididos
y tu falta de apoyo por lealtad
a quien siempre te consideró una Anna O.
Y me pregunto en que mecanismos fundamentaban tus reproches.
Elegiste, dice Luisa,
sí, pero tarde.
Y ahora, por descarte, formas parte de él.
Hasta nunca.
II parte.
No os lo voy a contar
no quiero más justificaciones,
ni más engaños,
ni más ocultaciones.
No vais a escuchar mi dolor,
no os vais a posicionar
porque teneis polla...
Odio vuestra puta benevolencia con los coños.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
lo de la benevolencia con los coños me encanta.
Me siento tremendamente orgulloso de ti y muy afortunado de haber podido compartir una hermosa parte de mi vida contigo.
Eres pura magia!!!
te quiero mucho pequecó, muchas gracias...
Publicar un comentario