se te olvido explicarme
que para meter la bici,
mi niña,
lo único que no estoy dispuesta
a lanzar contra ti,
había que pisar el freno...
pisar el freno...
y aún así
me gusta recordarte quitando el queso
de la sandwichera
("si dejas que se enfríe cuesta más quitarlo")
cuidadosamente
con un cuchillo romo
algo que no corte,
que no arañe,
y fui yo la que no lo aprendí...
freno,
romo,
FRENOFOBIA...
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
gran poema...chapó!!!
(hoy casualmente sí he entrado en tu blog)
me alegro de verte por aquí!
Publicar un comentario