Mis rodillas
encajadas entre tus caderas
y una puerta
y las marchas...
Ligamentos estirados
y rozaduras,
el precio
de la saliva, de las lágrimas...
Duelen si dudo en mi camino.
Escuecen en el Mediterraneo.
(A)postillas,
dura y sepiamente:
No me preocupan los nervios, sino la tristeza.
Entendido.
lunes, 17 de agosto de 2009
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